¿Quién es Víctor Lobo?

«El Comandante», sí así, con mayúscula. Una novela de alto voltaje que te producirá más de un cosquilleo entre las piernas. ¿Cómo resumir quién es Víctor Lobo en un artículo de mil palabras, si me ha costado hacerlo en un libro de ochenta mil? Voy a intentarlo.

Desde que anuncié la pasada semana el lanzamiento de esta novela romántica erótica, he recibido numerosas preguntas a las que intentaré dar respuesta aquí. 

¿Por qué él? Porque es un personaje redondo, intento que todos mis personajes lo sean, pero él tiene algo especial y creí necesario contar su historia en este libro de amor para adultos. En literatura, por personajes redondos se entienden aquellos que son completos, no son predecibles, tienen un deseo interior que les movilice y les aporte humanidad, aprenden algo y evolucionan a lo largo de la trama, se asemejan a las personas que conocemos en la vida real, sabemos cómo piensan, lo que comen, cómo huelen y hasta cómo reaccionarán en determinadas circunstancias. Algo difícil de conseguir teniendo en cuenta que son personajes creados únicamente con palabras. Él lo tenía todo y después de escribir «Seamos historia», me apetecía una novela ardiente de esas que te hacen volar, pero tampoco quería volver a la serie «a bordo» y escribir una cuarta entrega. Así que aproveché toda la documentación que recopilé del mundo de la aviación y decidí escribir una novela totalmente independiente, una historia que se pudiera leer y disfrutar tanto si has leído alguno de los libros de la serie como si no. 

«El Comandante» pretende convertirse en uno de esos libros de amor que enganchan.

«El Comandante» pretende convertirse en uno de esos libros de amor que enganchan. Ha sido un reto personal, pues hasta ahora es mi primer libro escrito íntegramente en primera persona por un protagonista masculino. Y no cualquier protagonista, sino él, Víctor Lobo. Un personaje que pasa de la frustración a la intriga. De la furia al dolor y del rencor a su chulería por conquistar a cualquier mujer que se le antoje. Víctor Lobo es un hombre con las ideas claras, con gustos muy caros, acostumbrado a tener lo que quiere cuando quiere, y se siente frustrado cuando no lo consigue, como por ejemplo cuando no encuentra la casa que ansía o cuando quiere estar con una mujer y esta le hace esperar. Y sí, es mujeriego, rencoroso y un tanto creído. 

Cuando lo conozcas a fondo, verás que es un personaje muy complejo, le gusta su soledad, pero le molesta estar solo. Cuando sucede «lo de Estrella» en el primer capítulo, parece que esta le ha roto el corazón, pero nada más lejos de la realidad; lo que le ha destrozado es su ego, el corazón lo tiene intacto. 

Víctor Lobo no te dejará indiferente, no solo por su belleza, ese cuerpazo de gimnasio o porque cada vez que te pongas a leer este libro viajarás a ese terreno del hedonismo y el placer, sino por su esencia. Aunque al principio él se muestra demasiado vanidoso, arrogante y seguro de sí mismo, conforme avanza la trama conoceremos sus inseguridades y miedos. A veces te resultará insoportable, su forma de manipular y jugar a su antojo con los cambios de programación ajenos hará que lo detestes por momentos; también sus pensamientos. Sin embargo, estoy segura de que acabarás enamorándote de él. Es imposible no quererle porque tiene un corazón muy noble. Es mucho más humano de lo que parece y, al igual que cualquier mortal, siente dolor, desesperación y, por supuesto, amor.

Hasta esos machotes que se creen el Dios de los mortales pueden caer en la tentación del amor y darse cuenta que de no pueden controlar los impulsos que les provoca una mujer sensible, delicada y sensual.

Si tuviera que definir al Sr. Lobo con un adjetivo yo me quedo con sexual, muy sexual. Con un atractivo capaz de deslumbrar a cualquiera con una mirada. De ahí que considere que estamos ante una novela erótica, no porque haya demasiadas escenas de sexo o porque estas sean extensas, bajo mi percepción no lo son, es el hecho de que te las describa un hombre como él lo que hará que tu mente dibuje esa imagen concreta y exacta que hará que todos tus sentidos se acaloren. No digo que esta novela te ofrezca un sinfín de novedades en torno a la vivencia de la sexualidad y el erotismo o que afronte ciertos tabúes como sí lo hace por ejemplo mi novela «Amor, te odio». Sin embargo, hay algo en «El Comandante» que hace avivar tus deseos y fantasías. Lo sé por mis lectoras cero.

Cuando termino de leer un libro siempre me hago tres preguntas: 

¿Engancha la historia? ¿Me trasmite emociones reales? ¿He aprendido algo nuevo? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es negativa entonces algo falla. Para mí, estas tres cosas son fundamentales. 

Cuando termino de escribir un libro, por consiguiente, me hago las mismas tres preguntas. Bueno, en realidad me hago muchas más, pero digamos que la primera es mi máxima. Necesito que mis historias enganchen y para ello elimino casi la mitad de las páginas escritas. El comandante, en un principio, tenía casi 500 páginas recortando me he quedado en 365 en el formato que utilizo. Sobre todo, me fijo en las escenas que no aportan nada a la trama y en las descripciones, cuido que estas sean necesarias y justas. 

En pleno siglo XXI no concibo leer por leer, adentrarme en una historia que no me engancha desde el principio, como sucede con la mayoría de los clásicos, repleto de descripciones aburridas, que por supuesto tenían sentido hace cien años cuando no existía la televisión, internet y por supuesto Instagram, donde hoy podemos ver de forma visual cosas que jamás hemos visto en persona. Con esto no estoy diciendo que no haya que leer los clásicos, por supuesto que hay que leerlos, muchos son imprescindibles, pero eso no quita que sus descripciones no encajen en esta época donde podemos viajar y donde el cine y plataformas como Netflix nos muestran de forma visual cosas que los lectores de hace cien años ni siquiera podían concebir. En un mundo sin internet, sin poder viajar, sin televisión, los libros eran la única vía de escape, el único entretenimiento, la única forma de viajar para muchos… Entonces sí tenía sentido leer por leer, disfrutar de extensas páginas de descripciones para mostrar por ejemplo qué es la Torre Eiffel, hoy en día con solo escribir el nombre todo el mundo sabe cómo es y dónde está, por lo que no tiene ningún sentido hacer algún tipo de descripción al respecto. 

Los autores hoy en día tenemos que competir con muchas distracciones, es por eso que debemos esforzarnos en crear historias adictivas para que los lectores realmente quieran estar inmersos en la lectura y no viendo una serie, en Instagram o en cualquier otro sitio.

Espero haber conseguido una novela que te atrape desde el primer capítulo. El cual, por cierto, enviaré a mi comunidad de lectores en exclusiva antes del lanzamiento previsto para el día 4 de febrero. Por lo que, si aún no eres parte de nuestra comunidad, accede ahora aquí https://elsajenner.com, además este mes hay un regalo especial para ti.

También aprovecho para decirte que tengo activo en mi Instagram un supersorteo que te hará temblar de placer. Para participar accede al post y lee las bases a pie de foto. ¡Mucha suerte!

Con amor,

Elsa Jenner